Sin más, los dejo con algunos poemas de distintos tiempos y estados de ánimo, no tienen título, lo que es ya una costumbre en mi trabajo, espero lo disfruten...
Tú, esfinge
que me miras lanzando la
culpa
Tú no sabes lo que es abrir una
calavera desde el entrecejo
con los dos pulgares
Con la obsesión de mirar
lo que hay
dentro
Pero ya adivinas con tu permanencia
que
ilumina la sombra del árbol
bajo
el cual esperas, adivinas,
sangras y fluye de ti la miel
aquella que se confundía con tu olor
Con los duraznos ebrios que reventabas en
tu cuerpo
como esferas de jade
precipitándose por tu piel
Ahora que funges de Isis
y sopesas la
balanza en tu mano
Te disfrazas de pirámide
en tu sólo ojo nocturno
Ahora que de dios está hecho el mundo
y
no de dioses
Que harás de tu pelo a las seis de la
tarde
Algo del platino
que se desprende del ala
de una mariposa
y queda entre mi ropa
Algo de viento en tu falda
Algo que late desmesuradamente
Algo que se niega
para afirmarse finalmente
Algo de norte
cuando no poseíamos norte a
que aferrarnos
Ni astrolabio ni quiromancia
Y yacíamos uno con otro
desnudos
Mirando los vidrios quebrados
que
rodeaban la ciudad y el trapecio
Tu espuma frondosa, amante, tu espuma
navegante
En el ataúd de tu vientre
En la lengua del silencio
que
comprendíamos
Que conspirábamos,
que escuchábamos y nada
nos decíamos
Para no ser descubiertos
Y las nubes
como inconmensurable lecho
Dibujábase para no ser descubiertos
Y nos escuchábamos sin abrir los labios,
Para no ser descubiertos
estemos
donde estemos,
para no ser descubiertos
Quito 28.06.02
¿cómo debió
haber sido?
En la curvatura de su ojo le pertenece
aun en aislamiento
No importa a donde vaya
La sal de un eclipse le lame la espalda
la tierra
transformada en serpiente
le escabulle
En todo caso sería cuestión de reconocer a un hombre
no queriendo mirar su sombra
Empujado y nómada
en cuerpo y alma
No creo en nadie
Estoy solo
Y solo he de salir de todo esto
Nadie que presagie así nomás
La horma de su zapato
encuadrándose en pleno cielo de la noche
Puede venir así nomás
como si nada al mundo
Nadie presagia una forma y permanece en silencio,
nadie
Y yo permanezco aunque sea, permanezco
Aunque puedas meterte así nomás
Por entre el nudo y las gargantas, permanezco
Nadie que preste una forma cualquiera
deja de sujetarse fuerte del pasamanos
Pero no lo intentes más,
Te digo que solo he venido a esto y solo he de salir
Te ha sido muy fácil poner a solear un rinoceronte en
la azotea
No hay
esperanza pese a todo
A tus ojos Maya, todo esto es de cartón
Una superficie de ojos inútiles hecha con fibra de
vidrio
Aun cuando mires ya no creo en ti
Y a pesar de ti y contra ti
voy a salir de todo esto
Mi ausencia en ti
es como el silencio que guardas en tu costado,
Vaina desenfundada
Como tu vértice gélido y sonriente
Pero a la vez ojo de espiral
sacra y perfumada
Gruta marina que adivinas
rendida entre la bruma serena
De un palmo de océano
Como palo de esmalte Magritte
Pero a la vez insensato,
hervíboro, afiebrado
Pero a la vez tu sexo es mi ausencia
Tu sexo que no entiende cuanto nos hemos odiado
para luego amarnos
En espera mineral, antediluviana
Esperando a la impaciencia desmoronarse
con una lanza en la mano y el escudo en la otra
Una lágrima manando por la grieta salubre
cuyas paredes han tocado mi cuerpo
En este mismo instante
el tiempo tiene el grosor
hoja de cuchillo
Aquí en mi costado izquierdo
En la incertidumbre donde yace sepultado un corazón
Quito 5.07.02
Elefantes azules en silente procesión
por la playa
No una voz humana , ninguna
Hablan sombras suyas, estaban
Señalando el trazo predestinado, compás
En sinfonía con la marea
Si escrito fuera en melódico avatar
No será
Guayaquil 27.11.02